LUZ ST SAUVEUR se identifica históricamente con el Valle de Barèges, del que más tarde se convirtió en la ciudad condal.
El nombre de este valle tiene la etimología de "Valle escondido".
Durante mucho tiempo, estuvo encerrada en el corazón de los macizos pirenaicos más altos, sin más comunicación posible con el resto del país que el paso del Tourmalet (2.122 m de altitud), intransitable durante los meses de invierno.
Así abandonada, esta población sólo se manifestó hasta el siglo XII por sus batallas contra los invasores, moros o miquelets, que se desbordaron voluntariamente sobre estas tierras.
Como su soberano no les ayudaba en esos momentos críticos, se acostumbraron a prescindir de él.
Las relaciones entre ellos se volvieron cada vez más raras y tensas.
Los "Juguetes", cuyo lema decía que sólo temían a "Dios, el Rayo y la Avalancha", solían faltar al respeto a las autoridades, a las que incluso molestaban.
Alrededor de 1319, el entonces conde de Bigorre, Centulle III, sin duda cansado de estas personas difíciles que le causaban más problemas que beneficios, decidió emanciparlas.
Les dio toda la tierra del valle, que juzgaba estéril, pidiéndoles simplemente que defendieran la frontera y que pagaran algunos diezmos extra a cambio.
Estos semicaballeros, que debían a su resistencia haber conquistado su libertad en una época en la que sus compañeros aún estaban destetados, probablemente se sentían algo orgullosos de ello.
Sigue siendo, junto con un fuerte sentido de la independencia, uno de los rasgos dominantes de su raza.
